Material denso, oscuro y con una presencia inconfundible. No brilla, no presume, pero se impone. Su origen metamórfico le da una textura que responde bien a la luz lateral y a los detalles crudos. Funciona donde se necesita sobriedad con intención: muros, fachadas, exteriores con carácter.
Sabemos que cada proyecto es único.
Si no viste el acabado o la piedra que necesitas, contáctanos.
Podemos ayudarte a conseguirlo o recomendarte una alternativa.